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Un hombre estudia en su computador algunos derivados financieros.
Un hombre estudia en su computador algunos derivados financieros.

Derivados Financieros: navegando en una ola de oportunidades de Inversión

Si eres un veterano en la inversión en los mercados financieros o tienes formación, es probable que ya estés familiarizado con los derivados financieros. Pero si eres nuevo en el ámbito, este artículo está diseñado para ti. 

Aquí, vamos a empezar desde cero y te explicaremos qué son estos instrumentos financieros derivados, a veces complicados de entender, pero con múltiples beneficios.

¿Qué son los derivados financieros? 

Los derivados financieros son acuerdos financieros que establecen un precio a través del precio de un activo subyacente. Esto significa que los derivados financieros no tienen un valor en sí mismos, sino que su valor está ligado al activo con el que están vinculados.

En estos acuerdos, el vendedor del contrato no está obligado a poseer el activo. En lugar de eso, puede proporcionar al comprador el dinero necesario para que este lo adquiera o puede entregar al comprador otro contrato derivado.

Estos instrumentos se emplean para proteger posiciones en otras inversiones y para especular. Por ejemplo, si un operador desea especular con un derivado, puede obtener beneficios si el precio al que compra es inferior al valor del activo subyacente.

No todos los derivados financieros son iguales. De hecho, hay varios tipos de productos financieros derivados, aunque los tres más utilizados son las opciones, los futuros y los swaps.

Los derivados financieros se emplean para proteger posiciones en otras inversiones y para especular.

Breve historia 

Los derivados no son una novedad en los mercados financieros. Según ciertos relatos, aparecieron entre los siglos 25 y 21 a.C., cuando los comerciantes de la antigua Babilonia comenzaron a hacer acuerdos con sus acreedores para obtener préstamos, distribuyendo el riesgo entre las partes.

Desde esos primeros ejemplos, el mercado de derivados financieros ha recorrido un largo camino. En la década de 1930, las opciones modernas de compra y venta se convirtieron en una práctica común en la bolsa de valores de Londres. En la década de 1960, el trading de opciones de materias primas y acciones representó una práctica estándar en las bolsas de valores de Estados Unidos.

Los contratos derivados han estado presentes desde tiempos muy antiguos, y han desempeñado un papel clave en el equilibrio de los intercambios de bienes y servicios a escala mundial. Sin embargo, con la globalización y la llegada de los sistemas informáticos e Internet, su presencia es más fuerte que nunca.

Inversionistas analizan gráficos y estudian qué derivados financieros incluir en su estrategia.

Tipos de derivados financieros

El mercado de derivados financieros es amplio y variado. Algunos de los más comúnmente negociados incluyen:

CDOs

Los CDOs (Collateralized Debt Obligation) son instrumentos financieros que significaron una de las principales causas de la crisis económica de 2008, principalmente en los Estados Unidos. 

Su valor se basaba en el reembolso de los préstamos ofrecidos. Dadas las altas tasas de interés, las hipotecas residenciales también tenían valores elevados, lo que atraía a inversores e instituciones financieras, creando una burbuja inmobiliaria.

Swaps y CDS

Los swaps permiten a los inversores intercambiar activos o deudas por otros de valor similar, reduciendo así los riesgos para ambos lados de la transacción. En el caso de un swap de tasa de interés, por ejemplo, una parte puede cambiar su deuda de tasa de interés variable por una de tasa fija, y viceversa.

Un CDS (Credit Default Swap) es un tipo de swap que actúa como un seguro. En este contrato, una de las partes se compromete a pagar la deuda de la otra si esta última llega a la incapacidad de cumplir con sus obligaciones financieras. 

Futuros y Opciones

Los contratos de futuros son acuerdos para comprar o vender un activo en una fecha futura específica a un precio acordado por adelantado. Este tipo de contrato es comúnmente utilizado en los mercados de materias primas y divisas.

Las opciones son contratos que dan al titular el derecho —pero no la obligación— de comprar o vender un activo a un precio fijo en o antes de una fecha determinada. Estas son útiles para los inversores que desean protegerse contra los movimientos adversos de los precios.

Los derivados financieros son una parte vital del sistema financiero global y, a pesar de los riesgos que presentan, también ofrecen una variedad de oportunidades para la gestión de riesgos y la especulación.

Beneficios de los derivados financieros, ejemplos y cómo aprovecharlos

Estos instrumentos ofrecen una serie de ventajas que pueden ser extremadamente valiosas para los inversores. A continuación, presentamos un cuadro que ilustra tres de los principales beneficios de los derivados financieros y proporciona algunos consejos sobre cómo los inversores pueden sacarles el máximo provecho.

Beneficio

Descripción

Cómo aprovecharlo

Protección contra fluctuaciones de precios

Los derivados financieros pueden servir como un seguro para los inversores, protegiéndolos de los cambios abruptos en los precios del mercado.

Para aprovechar este beneficio, puedes utilizar derivados para cubrir tus inversiones existentes. Por ejemplo, si posees acciones de una empresa y temes que su valor pueda caer, puedes comprar una opción de venta para esa compañía. Si el precio de la acción cae, tu opción de venta aumentará en valor, compensando la pérdida.

Potencial de rendimientos

Los derivados pueden proporcionar un alto potencial de ganancias. Esto se debe a que los inversores pueden aprovechar sus inversiones, lo que significa que pueden controlar una gran cantidad de activos con una inversión relativamente pequeña.

El apalancamiento es una espada de doble filo, por lo que debe usarse con cuidado. Para sacar provecho de este potencial de rendimientos, es importante tener una comprensión sólida de los instrumentos financieros derivados y de los riesgos asociados. Considera el uso de estrategias de apalancamiento solo si estás dispuesto y puedes permitirte asumir riesgos más altos.

Diversificación

Los derivados financieros permiten a los inversores acceder a diferentes mercados y tipos de activos que de otro modo podrían estar fuera de su alcance. Esto puede ayudar a diversificar sus carteras y reducir el riesgo general.

Para sacar provecho de esta ventaja, puedes incorporar diferentes tipos de derivados financieros en tu cartera, como futuros, opciones y CFDs. No obstante, siempre es importante investigar y comprender completamente cada nuevo tipo de activo antes de invertir en él.

Impacto de los instrumentos financieros derivados

El uso de los derivados financieros ha crecido enormemente en las últimas décadas. Según el Banco de Pagos Internacionales, el valor total de todos los contratos derivados pendientes a finales de 2020 ascendía a más de 600 billones de dólares.

Aunque los derivados pueden ser útiles para la gestión de riesgos y la creación de estrategias de inversión, también han contribuido a la inestabilidad del sistema financiero en algunas ocasiones. 

Joven empresaria investiga en su laptop sobre derivados financieros.

Pese a todo, los derivados financieros siguen siendo una parte crucial de la economía global. Proporcionan a las empresas, inversores y gobiernos herramientas valiosas para manejar los riesgos financieros y especular sobre el futuro movimiento de los precios de los activos. 

 

Preguntas frecuentes

¿Qué son los instrumentos financieros derivados y cómo se utilizan en el ámbito de las inversiones y la gestión de riesgos?

Se trata de contratos que basan su valor en el de otro activo, conocido como activo subyacente. Estos instrumentos son útiles en inversiones y gestión de riesgos, ya que permiten a los inversores protegerse contra las fluctuaciones de precios en los mercados financieros. 

Por ejemplo, un inversor puede utilizar un derivado para asegurar un precio de compra o venta futuro. De esta forma, puede minimizar su exposición al riesgo de cambios de precio adversos en el activo subyacente.

¿Cuáles son los principales ejemplos de derivados financieros y cómo funcionan en la práctica dentro del mercado financiero?

Las opciones, los futuros, los forwards y los swaps son los derivados más comunes. En la práctica, estos instrumentos se utilizan para varias finalidades, entre ellas la especulación, la cobertura y el acceso a mercados o activos de otra manera inaccesibles.

Por ejemplo, un inversor puede adquirir una opción de compra si anticipa que el valor del activo subyacente se incrementará en el futuro. Si su suposición es correcta, tendrá la posibilidad de adquirir dicho activo a un costo menor al del mercado cuando la opción se ejecute. Por otro lado, un agricultor podría optar por vender futuros de su cosecha, asegurando así un precio estable y resguardándose frente a eventuales descensos en los precios de los productos agrícolas.

Los forwards, similares a los futuros, pero privados y personalizados, pueden ser utilizados por empresas que necesitan un tipo de cambio o tasa de interés específicos en una fecha futura. Y los swaps, que son contratos en los que dos partes se comprometen a intercambiar flujos de efectivo o activos, son útiles para las empresas que buscan gestionar su exposición a las fluctuaciones de las tasas de interés o del tipo de cambio.

¿Qué son los productos financieros derivados y cómo se diferencian de los instrumentos financieros tradicionales?

Los productos financieros derivados son variantes de los instrumentos financieros derivados, que a su vez se basan en los valores de otros activos. Sin embargo, a diferencia de los instrumentos financieros tradicionales, como acciones y bonos, estos no otorgan propiedad sobre un activo, sino que son contratos que derivan su valor de los movimientos de precios de esos activos.

¿Cómo funciona el mercado de derivados financieros y cuáles son los riesgos y oportunidades asociados con su utilización?

El mercado de derivados financieros es un mercado global donde los inversores compran y venden contratos derivados. La operación en este se basa en la predicción de los movimientos futuros de los precios de los activos subyacentes. 

En cuanto a los riesgos y oportunidades, la negociación de derivados financieros puede generar ganancias significativas debido a su apalancamiento, pero también puede conllevar grandes pérdidas, especialmente si los movimientos de precios no son los esperados. 

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