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El petróleo a la deriva ante el surgimiento de un mercado dual

Jue., 09/03/2023 - 11:19

El petróleo es el sustento de la economía mundial. Sin él, no habría producción ni traslado de bienes; las personas no podrían ir y venir de sus trabajos o de las tiendas; y la comida no podría ser cultivada, envasada o transportada. No es coincidencia entonces, que el precio del petróleo esté directamente correlacionado con la salud económica y la prosperidad. Un ejemplo de esto fue en marzo de 2020, en medio del colapso generado por la emergencia de la pandemia de covid, cuando los precios del Brent llegaron a estar virtualmente en negativo. Se decretó el confinamiento en algunos países, las fábricas suspendieron sus operaciones y los viajes nacionales fueron severamente restringidos. Por supuesto, se trataba de un tema básico de oferta y demanda. Nadie necesitaba petróleo, por lo cual, su precio se desplomó. Pero como dice una famosa expresión, "todo lo que baja debe también subir".

Después de dos años de alzas y bajas, entre las políticas de la pandemia y las presiones por el lado de la oferta, los precios del petróleo parecen estar estabilizándose, con el líder del mercado, el crudo Brent, cotizando actualmente alrededor de los USD 82,30 por barril (27/02/2023). Sin embargo, este precio todavía está muy por encima del promedio de los últimos diez años y —con una inflación por encima de su tasa objetivo y un clima general de incertidumbre— representa un fuerte obstáculo para los sectores de manufactura y transporte, así como para la economía en general. A medida que los bancos centrales siguen aumentando las tasas y las naciones productoras de petróleo buscan equilibrar la demanda y la oferta, el 2023 se está perfilando como un año clave para este recurso energético. Ahora, sin más preámbulos, veamos qué está causando la actual inestabilidad de precios; trataremos de predecir los movimientos más probables para esta materia prima en el futuro cercano.

Demanda irregular en medio de datos desalentadores

El mundo todavía no se ha recuperado totalmente de la crisis del coronavirus de 2020. Puede parecer que las cosas han retornado a la normalidad, pero las consecuencias económicas de este "cisne negro" mundial sin precedentes siguen enturbiando el aire. La inflación rampante, azuzada por la excesiva expansión monetaria durante la fase más aguda de la pandemia está haciendo subir todos los productos básicos, incluyendo el petróleo. Pero un efecto colateral es la disminución del poder adquisitivo y el sentimiento altamente volátil de los consumidores, lo que ha significado que el sector manufacturero haya tenido que ajustar regularmente su producción. 

De hecho, el gráfico de pedidos de bienes duraderos, típicamente lineal, era, en cambio, una imagen poco habitual de altibajos en 2022. Desde febrero de 2022, cuatro de los once meses estudiados mostraron un descenso, con el período de cuatro meses entre marzo y junio marcando los aumentos más consecutivos del año. Coincidentemente (o quizás no), en ese mismo período, en junio, los precios del petróleo alcanzaron su máximo de más de USD 120 por barril. Mientras tanto, el reporte de ISM de Gerentes de Compras de Manufactura (PMI) de Estados Unidos ha estado en una sostenida caída de 58,6 a 47,4 durante el mismo período, pasando los últimos tres meses del mismo por debajo del nivel mínimo clave de 50. Como era de esperarse, el movimiento del petróleo prácticamente ha reflejado estos dos indicadores, y el Brent ha perdido gradualmente casi el 35 % de su valor desde junio. Todavía está por verse si el clima empresarial mejorará, pero si lo hace, podríamos esperar que aumente el petróleo. 

Todo es más barato en China

Después de haberse quedado muy rezagados durante gran parte de 2022, tras la tan criticada política de covid cero del Partido Comunista Chino y sus bloqueos masivos, que provocó graves caídas en el consumo de petróleo tanto por parte de los consumidores comunes como de las grandes industrias, la situación parece estar normalizándose ahora en China. Los analistas predicen ahora que las importaciones de petróleo del gigante asiático alcanzarán un récord en 2023, en medio del aumento de la demanda de transporte y la llegada a China de nuevas refinerías en fila. De hecho, Craig Erlam, analista senior de mercados de OANDA, ha afirmado que el optimismo en torno a la China —el mayor importador de petróleo del mundo— postcoronavirus puede tener algo que ver con las ganancias que estamos viendo en el petróleo.

China e India se han convertido en los principales importadores de petróleo ruso en medio de las sanciones occidentales, y los embargos y topes de precios de los países OPEC+. Igualmente, en la India, los datos gubernamentales sobre importaciones de petróleo alcanzaron un máximo de seis meses en enero. Esencialmente, la inestabilidad geopolítica en Europa y las medidas asociadas impuestas al petróleo ruso, han producido el surgimiento de dos mercados. Como resultado, el petróleo de los Urales se ubica actualmente alrededor de los USD 49,70 por barril, lo que representa un importante descuento promedio de 40 % en relación con el Brent. Para países no alineados como China e India, esto es un enorme boom, que significa que no sólo son capaces de satisfacer una demanda potencialmente alta en 2023, sino que también podrán ahorrar miles de millones de dólares en costos de transporte y producción. Sin embargo, por la reducción de la producción rusa de petróleo, anunciada esta semana, pronto podríamos ver aumentos de corto a mediano plazo tanto para el petróleo de los Urales como para el Brent.

¿Qué dicen los técnicos?

Muy en línea con los fundamentos que ya hemos cubierto, el análisis técnico es igualmente mixto. Tanto el Brent como el WTI muestran señales contradictorias, y pareciera que necesitaremos ver un movimiento convincente en alguna dirección antes de que cualquier señal verdaderamente accionable vaya a venir. Los gráficos semanales y mensuales para las dos grandes variantes crudas de los Estados Unidos parecen ir desde la venta hasta la fuerte venta, aunque el MACD para ambos plazos sugiere de forma bastante confusa que los precios actuales representan un buen acuerdo para los futuros tenedores de largo plazo.

Sin embargo, si pasamos a las gráficas diarias, de 5 horas y de 1 hora, surge un panorama completamente diferente. El número de indicadores que parpadean "Compra" aumenta exponencialmente a medida que reducimos los plazos de los gráficos. En el gráfico de una hora, por ejemplo, los indicadores RSI, MACD, ADX, CCI y Bull/Bear Power recomiendan comprar. Como tal, parece que los traders intradiarios podrían considerar la posibilidad de comprar tanto Brent como WTI en los niveles actuales. Para los inversionistas de largo plazo, podría ser sabio adoptar un enfoque de esperar para ver, hasta que tengamos la muy necesaria claridad sobre algunos de los fundamentos detallados más arriba.

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