De tener que sobrevivir de las ayudas del gobierno en 2020 a tener todo el poder de negociación hoy, los trabajadores no calificados han estado en una montaña rusa de altibajos en los últimos años. Pero no son sólo los trabajadores de los restaurantes y los empleados de comercios los que tienen la mano ganadora en las negociaciones laborales. Los principales indicadores económicos más recientes revelan un mercado laboral estadounidense notablemente fuerte en todos los sectores. Esto es porque durante los últimos tres meses la economía de EE. UU. creó en promedio 356.000 nuevos puestos de trabajo, mientras el desempleo se encuentra en un mínimo de 50 años, en 3,4 % a nivel nacional. Casi todas las principales industrias ahora han superado sus niveles de contratación previos a la pandemia. Mientras tanto, la tasa de renuncias se mantiene cerca de niveles récord, lo que es una clara señal de la confianza de los trabajadores estadounidenses en el mercado laboral y una abundancia de mejores oportunidades de empleo.
Tras la publicación esta semana (08/03//23) de la Encuesta sobre Vacantes Laborales y Rotación Laboral del Departamento de Trabajo de EE. UU., las cifras siguen siendo muy positivas; aunque un poco menos positivas que en el informe anterior. Las nuevas ofertas de trabajo se redujeron ligeramente, a 10,8 millones, los despidos fueron marginalmente más altos y la tasa de renuncias se redujo levemente. Pero esto es perfectamente normal en enero, ya que el efecto del empleo estacional desaparece y las empresas buscan recortar costos para el próximo ciclo financiero. Y si bien todo esto es muy bueno para los empleados, es comprensible que los traders e inversionistas quieran saber cuáles son las implicaciones, para sus inversiones en los mercados financieros, de un mercado laboral tan sólido. En consecuencia, este artículo analizará el efecto del fuerte mercado laboral de EE. UU. en tres de las clases de activos más negociados: acciones, divisas y materias primas.
Las acciones en la foto
Un mercado laboral fuerte generalmente es bueno para el mercado de valores, ya que significa que más personas están seguras y confiadas sobre el futuro a medio y largo plazo y, por lo tanto, es más probable que tengan un excedente de ingresos que deseen invertir. Combinando este hecho con la afluencia de inversionistas minoristas a los mercados de valores durante la pandemia y los relativamente bajos precios de las acciones estadounidenses en este momento, podría pensarse que todo esto es una receta para ganancias futuras en el mercado de valores. Sin embargo, la realidad es que muchos de estos mismos nuevos inversionistas minoristas compraron a precios altos y están sufriendo grandes pérdidas. Y a pesar de que la lógica dicta que comprar más ahora es la forma más inteligente de tratar de recuperar lo que perdieron, las estadísticas demuestran que la mayoría hace exactamente lo contrario: venden a pérdida y se salen por completo del mercado de valores.
Otro factor agravante aquí es la Reserva Federal de EE.UU. Es probable que el regulador estadounidense vea estas cifras laborales tan positivas como una luz verde para seguir impulsando su ciclo de aumento de tasas. Como sabe cualquier persona con al menos un interés pasajero en el trading, tasas de interés más altas son normalmente malas noticias para los precios de las acciones. También sería inteligente considerar el efecto de un fuerte poder de negociación laboral sobre las ganancias de las empresas. Los empleados con muchas opciones tienden a poder negociar salarios más altos, lo que seguramente afectará los resultados corporativos en 2023. En su nivel actual de 3.946 puntos, el S&P 500 se ha mantenido plano desde mayo de 2022, y es difícil ver que haya motivos para un gran movimiento hacia arriba en el horizonte previsible.
El dólar en efectivo
Una clase de activo que sin duda se beneficia de un mercado laboral boyante es la moneda nacional del país de ese mercado. En este caso, es el dólar estadounidense. Al aumentar los ingresos de los ciudadanos de EE. UU. en comparación con los de otros países, también aumenta el valor del dólar en el mercado internacional. Pero en el clima actual, este efecto se ha duplicado y, una vez más, la Fed está en el centro de todo. Como mencionamos anteriormente, Powell está observando el mercado laboral como un halcón y usándolo como un indicador de qué tan rápido y con cuánnta intensidad el regulador puede seguir ajustando. Aunque la data siga siendo en gran medida positiva, el banco central continuará presionando hacia su tasa proyectada terminal de 5,3 %. Y todos sabemos que tasas de interés más altas siempre se traducen en un dólar más fuerte.
Sumemos a esto la incertidumbre económica actual a nivel mundial y la condición de puerto seguro del dólar, y hay razones para creer que el verde será el verdadero color del dinero en 2023. Aparte de la moneda nacional estadounidense, también podemos esperar beneficios positivos para otras monedas refugio como el franco suizo y el yen japonés. El índice del dólar estadounidense ya ha subido un 5 % hasta 105 este mes, y bien podría continuar avanzando hacia su máximo de septiembre de 2022 de 114,10.
No olvidemos las materias primas…
Con activos más de moda, como las criptomonedas y las acciones, a menudo podemos pasar por alto materias primas simples como el oro, la plata e incluso los recursos energéticos. Sin embargo, estos son vehículos poderosos para obtener ganancias en los ciclos alcistas, especialmente para los day traders. Curiosamente, existe un vínculo directo entre el aumento de los precios de las materias primas y la fuerza del mercado laboral, como ya señaló en 2017 Martin Bodenstein, de la Reserva Federal de Washington DC. En su informe Precios de las Materias Primas y Dinámica del Mercado de Trabajo en las Pequeñas Economías Abiertas, señala que "por cada aumento del uno por ciento en los precios de las materias primas, nuestras estimaciones sugieren una disminución de un punto básico en el índice de desempleo y, en su punto máximo, un aumento del 0,3 % en las vacantes sin cubrir". Bueno, todos sabemos muy bien cuánto han aumentado los productos energéticos durante el último año, y esto podría haber desempeñado un papel en el fortalecimiento del mercado laboral.
Sin embargo, en marcado contraste con otros productos básicos, los metales preciosos han estado bastante planos en sus valores. De hecho, a su precio actual de USD 1.834 por onza Troy, el oro en realidad ha caído casi un 10 % respecto a esta época del año pasado. Mientras tanto, la plata ha empeorado aún más. Actualmente está un 20 % por debajo de su nivel de Marzo de 2022 a 20,11 por onza. Hay que entender que si el resto de nuestras predicciones se cumplen, con un dólar más fuerte y un mayor endurecimiento por parte de la Reserva Federal, estas materias primas básicas tendrán que recuperar al menos parte del terreno perdido antes de que culmine este año.
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