El oro ha estado acaparando titulares últimamente después de romper un nivel psicológico clave al acercarse una vez más a su máximo histórico de agosto de 2020 de USD 2075 por onza troy. En efecto, el metal dorado lleva creciendo de forma progresiva desde principios de año, y son muchos los motivos detrás de su buena fortuna.
Además de una inflación descontrolada, temores por el sector bancario e inseguridad geopolítica, también hay factores más sutiles impulsando el precio del oro; y en este artículo los abordamos en detalle. Pero lo que a la mayoría de los inversionistas y traders les gustaría saber es: ¿Continuará esta tendencia o ya se sacaron del oro todas las ganancias que se podían sacar? Aunque sin una bola de cristal no es posible responder a esta pregunta con seguridad, sí podemos darte una visión general de lo que está respaldando este año la subida de este metal precioso y evaluar qué tan probable es que ese respaldo continúe.
Crisis en todas partes
Si creyeras todo lo que se ha visto en las noticias recientemente, no te podríamos culpar si pensaras que el fin del mundo está cerca. Desde la incertidumbre geopolítica en casi todos los continentes de la Tierra hasta la incertidumbre económica representada por la última crisis bancaria en Estados Unidos, el futuro luce muy sombrío; sin duda. Primero, tuvimos el colapso de SVB y Signature Bank en Estados Unidos, luego el rescate de último minuto de Credit Suisse en Europa y ahora hay temor de que aún más entidades de crédito de alto riesgo puedan tener el mismo destino.
Aunque es cierto que este tipo de noticias es malo para la mayoría de los activos, para los refugios seguros como el oro es una hermosa melodía a oídos de los inversionistas. Cuando llegó a su nivel más alto de este año en USD 2065, el oro había ganado más de 15 % desde el 1 de enero y, aunque ha tenido ligeras correcciones desde entonces, la perspectiva a largo plazo indica que el camino está allanado para futuros aumentos en 2023. A algunos les sorprendió que no hubiéramos visto este tipo de movimiento el año pasado cuando la inflación estaba en dos dígitos mientras que el oro se mantenía bastante estancado, pero, como suele suceder en los mercados financieros, no todo es exactamente como parece…
Contando esos dólares
Sin duda todos recordaremos muy bien la hiperinflación del año pasado. Parecía que los precios nunca dejarían de subir y, como cualquier entusiasta del oro te dirá, niveles altos de inflación casi siempre se traducen en aumentos en el precio de los metales preciosos. Pero el precio del oro en dólares se mantuvo prácticamente plano durante todo el 2022. ¿Por qué ocurre esto? Bueno, también fue un momento de fortaleza histórica para otro activo de refugio: el dólar estadounidense.
El billete verde superó estelarmente la paridad con el euro, un logro sin precedentes desde principios de la década del 2000. Y dado que el precio del oro casi siempre se cotiza en dólares estadounidenses, gran parte de las ganancias del oro en el mundo real quedaron ocultas. Ahora que el dólar ha regresado a niveles prepandémicos en comparación con las otras monedas principales, todo este crecimiento previamente invisible ahora se está revelando. Además, la incertidumbre continua y el contexto de altas tasas de interés implica que todavía existe una tendencia general hacia la seguridad, lo que está impulsando aún más los precios del oro este año. Entonces, ¿el dólar se mantendrá en niveles más estables en el futuro o podríamos ver un fortalecimiento adicional a mediano y largo plazo?
La Fed se harta de la inflación
Para responder a eso, tenemos que examinar de cerca al mayor "influencer" sobre la dinámica del dólar: la Reserva Federal de Estados Unidos. Como dijimos, el oro está al alza en gran parte debido a la inflación; la misma fuerza de mercado que la Fed ha estado tratando de combatir con una política monetaria agresivamente restrictiva. Lamentablemente, la reciente minicrisis bancaria obligó al ente regulador estadounidense a interrumpir su ciclo de endurecimiento antes de alcanzar su tasa objetivo del 6 %. Aunque en su última decisión de política económica anunció un aumento de 25 puntos básicos, hasta el 5,25 %, el discurso de Powell fue mucho más moderado en abril y mayo, ya que sus comentarios posteriores a la reunión no incluyeron señales de futuros aumentos.
Un efecto secundario del endurecimiento de la Fed ha sido el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, cuya relación inversa con el precio del oro está bien establecida. Ahora que la Fed se ha visto obligada a adoptar el enfoque más moderado "esperar a ver qué pasa", los rendimientos están cayendo drásticamente. Por ejemplo, el rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años está ligeramente por encima del 4 %, en comparación con el 5,05 % de marzo. Si esta tendencia continúa, quienes busquen protegerse contra la inflación invertirán en oro; lo que aumentará su valor a medio plazo.
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