Con la inflación al alza y considerando el aumento de la demanda en un mundo postpandémico, no es de sorprender que a las materias primas les haya ido bastante bien. Sin embargo, el gas natural ha sobrepasado a todas las demás, y sus precios se sitúan actualmente en sus máximos de seis años. Lógicamente, la pregunta que se hacen muchos analistas es cuánto tiempo podrán mantenerse estos precios elevados, ya que las proyecciones de crecimiento siguen ajustándose a la baja y el Nord Stream 2 promete suministrar a Europa 55.000 millones de metros cúbicos más de gas al año. Sin embargo, el consenso parece ser que los precios por lo menos se mantendrán estables en medio de un invierno crudo y costoso.
Deje de pensar en el presente
Cuando los precios suben un 300% en el lapso de un año, es lógico pensar que estamos en una burbuja. En este sentido, es fundamental tener presente la perspectiva histórica. Incluso revisando los precios de spot en el pasado se observa que el nivel actual de 5,30 dólares por 1 millón de BTU no es especialmente único para los Estados Unidos. De hecho, el gráfico histórico del Gas Natural Henry Hub revela que, ya en la década del 2000, los precios superaron los 10 dólares en múltiples ocasiones, llegando incluso a los 15 dólares en algunas de ellas. Si tomamos en cuenta que la inflación ha disminuido considerablemente el poder adquisitivo del dólar en los últimos 15 años, los precios actuales parecen, de hecho, bastante baratos considerando el contexto macroeconómico mundial.
Mire hacia el futuro
El mercado de futuros es un buen barómetro para saber hacia dónde se dirigen los precios. Especialmente en el caso de las materias primas. Al momento de escribir este artículo, los futuros del gas natural para la temporada de invierno se sitúan en torno a los $5,50 por millón de BTU, lo cual representa una prima sobre el precio de spot y sugiere que los analistas confían en el aumento de los precios en el futuro. Además, la AIE ha previsto que los futuros seguirán subiendo hasta finales del año. Si observamos el intervalo de confianza de los precios posibles, vemos un cambio significativo en las previsiones hacia niveles de precios más altos hasta los 10 dólares. Esto se produce después de que los analistas de Goldman Sachs también estimaran que los precios del gas natural podrían duplicarse una vez más hasta alcanzar los 10 dólares en el caso de un invierno frío (lo que también parece más que probable).
Europa impulsa la demanda
Si bien la situación en Estados Unidos es, sin duda, importante, también hay que pensar en uno de los mayores mercados mundiales de gas natural: Europa. Se prevé que los precios se mantengan altos en el Viejo Continente por varias razones, y esto, por supuesto, también impulsará los precios en los Estados Unidos. A principios de septiembre, Fitch Ratings elevó su previsión de los precios del gas natural en Europa para 2021-2022, citando la actual dinámica de aumento de los costos del gas y los problemas de estabilidad de los suministros. Los precios del gas natural en los centros europeos suben prácticamente cada día y actualmente rondan los 700 dólares por cada 1.000 metros cúbicos. Los principales factores que explican estas continuas subidas de precios son el bajo nivel de reservas de gas en los almacenes subterráneos de Europa, que, en la actualidad, sólo están llenos hasta dos tercios de su capacidad, y el limitado suministro de gas natural licuado y por gasoducto. Aunque la construcción del Nord Stream 2 ya está terminada, aún falta al menos un mes para la extracción, y las preocupaciones políticas aún podrían amenazar su viabilidad a largo plazo.
El llamado de la naturaleza
A no ser que haya vivido bajo tierra en los últimos años, se habrá dado cuenta de que el número de catástrofes naturales relacionadas con el clima, tanto en el mundo como en Estados Unidos, está aumentando rápidamente. Esta tendencia no sólo está generando cambios en los hábitos de consumo de servicios públicos entre varios grupos de consumidores, sino que también está impulsando la inestabilidad en la producción y el transporte de los recursos energéticos subyacentes. ¿Y dónde está la región más activa en cuanto a desastres naturales en Estados Unidos? El Golfo de México, por supuesto, que casualmente es donde se produce la mayor parte del petróleo (17%) y del gas (5%) del país. Como resultado del crecimiento de la población y del desarrollo de la industria, tanto la frecuencia como el impacto de las catástrofes meteorológicas y climáticas están aumentando. Pero, en general, estos dos factores están relacionados sobre todo con el fenómeno del cambio climático provocado por el hombre. Y dado que agosto-octubre es el período en el que las tormentas tropicales y las intensas son más frecuentes en Estados Unidos, no es extraño que en octubre y noviembre se produzcan las mayores alzas en los precios del gas natural. Mientras tanto, Bloomberg estima que el huracán Ida, que azotó la costa del Golfo, tuvo el impacto más importante en la industria energética estadounidense de los últimos 13 años. En este sentido, la evidencia parece señalar que habrá más incrementos de precios a la vuelta de la esquina.
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