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Es muy fácil operar de forma eficaz, simplemente hay que comprar y mantener un atcivo. Así es como los inversores ganan miles de millones conservando monótonamente sus activos. ¿Pero qué acciones comprar? ¿Y cuánto tiempo hay que conservarlas?
En este caso, viene bien una herramienta inteligente llamada Carteras Nobel. Ha demostrado su eficacia en la práctica: un gran número de inversores se han hecho millonarios con la ayuda de esta herramienta de trading.
Harry Markowitz estableció el principio de la formación de carteras, por lo que el economista recibió el Premio Nobel. La idea es sencilla: hay que crear una cartera con activos que estén menos correlacionados entre sí y abrir las operaciones una vez al año. Luego, el inversor no hace nada durante un año.
Supongamos que compraste dos apartamentos en un mismo edificio y los quieres rentar. Si se produce un incendio en el edificio, ambos apartamentos se verán afectados. Por eso es mejor comprarlos en diferentes edificios. Pero si hay una catástrofe natural, muchos edificios se dañarán. Por eso es mejor elegir ciudades diferentes. ¿Y si hay una crisis política? Entonces la opción de comprar dos apartamentos en dos países diferentes es la ideal. Por supuesto, podemos hablar de sucesos improbables, pero un inversor competente también debería tenerlo en cuenta. ¿Está claro el principio? Para reducir los riesgos, hay que comprar apartamentos en diferentes países.
Lo mismo ocurre con la elección de los activos de la cartera Nobel: la dependencia debe ser mínima. Veamos uno de los mejores ejemplos de este tipo de cartera. Es un conjunto de instrumentos que rindió un 34,5 % anual en 2016. Y en 2020, un 17,3 %.
Para determinar qué activos hay que incluir en la cartera, tienes que calcular la dependencia de los gráficos entre sí y elegir los activos con la menor dependencia. Al hacerlo, puedes elegir un número diverso de activos.
En cuanto a los promedios, la estrategia ha rendido un 17,4 % anual desde 2013. Cuanto más quieras ganar, más tendrás que invertir. Puedes hacerlo tú mismo, o puedes conectarte a la estrategia como «Solución preparada». Se trata de una de las soluciones más fáciles y eficaces, en la que utilizas el capital intelectual de los mejores analistas para multiplicar tus ahorros.
Existen diferentes tipos de carteras de inversión, tales como:
Cartera de renta fija: compuesta principalmente por bonos y otros instrumentos de renta fija.
Cartera de renta variable: compuesta principalmente por acciones y otros instrumentos de renta variable.
Cartera diversificada: compuesta por una combinación de instrumentos de renta fija y renta variable.
Una cartera de inversión eficiente es aquella que maximiza el retorno esperado para un nivel de riesgo determinado, o minimiza el riesgo para un nivel de retorno esperado determinado.
Para armar una cartera de inversión se deben seguir algunos pasos clave, como:
Establecer objetivos de inversión y horizonte temporal.
Evaluar el perfil de riesgo y tolerancia al riesgo del inversor.
Determinar el presupuesto disponible para invertir.
Seleccionar una combinación adecuada de instrumentos financieros que se adapte a los objetivos y perfil de riesgo del inversor.
La teoría moderna de la cartera es una técnica de inversión que busca maximizar el retorno de una cartera de inversión, mientras se minimiza el riesgo. Esta técnica se basa en la diversificación de la cartera a través de la combinación de diferentes instrumentos financieros con distintos niveles de riesgo y retorno.
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