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Empresario revisa cifras y gráficos para calcular la depreciación de un activo.
Empresario revisa cifras y gráficos para calcular la depreciación de un activo.

Entendiendo la depreciación en el mundo financiero: más allá de la amortización

La pérdida de valor es un concepto fundamental en el ámbito financiero y contable. A menudo se confunde con la amortización, pero, aunque están relacionados, tienen diferencias clave. En esta nota te contamos qué significa depreciación y lo más importante que hay que saber respecto a este relevante término.

Puntos claves:

  • Es un concepto usado en la contabilidad que refleja la disminución en el valor de un activo a lo largo de un tiempo, básicamente ocurre por el desgaste de uso, el paso del tiempo, o la obsolescencia tecnológica. 
  • Al depreciar un activo, las compañías pueden deducir este gasto de sus ingresos, lo que les permitirá reducir la cantidad de impuestos que deben pagar.
  • Resaltamos que existen activos tangibles que no se deprecian como: tierras fiscales, coleccionables (arte, monedas), inversiones (acciones y bonos).
  • Los métodos más usados para calcularla son: el método de línea recta, el método de la suma de los dígitos anuales y el método de unidades de producción.
  • La amortización es similar a la pérdida de valor aplicada a un activo, sin embargo, la última se aplica a activos tangibles y la amortización a activos intangibles, como patentes o software.

Depreciación: ¿qué es?

Es un concepto contable que refleja la disminución en el valor de un activo a lo largo del tiempo. Esta disminución puede deberse a factores como el desgaste por uso, el paso del tiempo, o la obsolescencia tecnológica. En esencia, a medida que un activo se usa en las operaciones de una empresa, su valor en el mercado tiende a reducirse. 

Por ejemplo, consideremos un vehículo adquirido por una empresa para realizar entregas. A medida que este se usa, acumula kilómetros, sufre desgaste y, con el tiempo, modelos más nuevos y eficientes aparecen en el mercado. Todo esto contribuye a que el valor del vehículo disminuya con el tiempo. Esta reducción en el valor se refleja en los estados financieros de la empresa como depreciación.

Esta no solo ayuda a las compañías a reflejar la pérdida de valor de sus activos, sino que también tiene implicaciones fiscales. Al depreciar un activo, las empresas pueden deducir este gasto de sus ingresos, lo que puede reducir la cantidad de impuestos que deben pagar.

¿Qué activos pueden depreciarse y cuáles no?

En los activos fijos es un proceso que muchas empresas deben considerar en su contabilidad. La razón principal por la que algunos activos se deprecian y otros no, radica en su naturaleza y utilidad a lo largo del tiempo.

Los activos tangibles, por ejemplo, tienen una vida útil determinada. Estos pierden valor con el tiempo debido al uso, desgaste o incluso obsolescencia. Por otro lado, hay activos que no sufren este desgaste o cuyo valor no disminuye con el tiempo. Aquí te mostramos una tabla que señala cómo se deprecian los activos fijos y tangibles.

Activos que pueden depreciarse

Activos que no pueden depreciarse

Edificios.

Tierras fiscales.

Equipos y maquinaría.

Coleccionables (arte, monedas).

Oficinas.

Inversiones (acciones y bonos).

Vehículos.

Activos empleados por menos de un año.

La misma se calcula sustrayendo el valor de reventa de su costo original; es decir, lo que se pagó al momento de adquirirlo. La diferencia entre esos dos precios se deprecia a lo largo de los años en los que se espera que tenga utilidad o “vida” ese activo. Esta también puede ser calculada de manera acumulativa, hasta cierto período, es decir, la depreciación acumulada es la pérdida de valor de un activo hasta una fecha determinada.

Las empresas la emplean para deducir impuestos y no “perder” ese monto de dinero. Esto hasta que la vida útil del activo expire o caduque.

Depreciación de la moneda

Al igual que los activos físicos o tangibles, las monedas nacionales que usan los países para comerciar también van perdiendo valor. Esta pérdida de valor se debe principalmente a la inflación. En valores reales, un dólar norteamericano, por ejemplo, no vale lo mismo en 2023 que hace 20 años.

Más allá de las discusiones sobre las causas de la inflación, lo cierto es que esta pérdida de valor se produce siempre que hay un alza generalizada en los precios de una economía. Cuanto más alta es la inflación, más se depreciará esa moneda.

Además, la pérdida de valor de las divisas puede surgir al comparar la paridad con otra moneda. Por ejemplo, si consideramos el valor del peso chileno contra el dólar norteamericano, la moneda chilena se ha depreciado en los últimos años, ya que cada vez se necesitan más pesos chilenos para comprar un USD. Esta situación puede representar un riesgo para las empresas que dependen de importaciones.

¿Se puede revertir la depreciación de un activo?

En la mayoría de los casos, la respuesta es no. Una vez que un activo ha sido depreciado, su valor en libros ha disminuido, y no se puede "recuperar" ese valor perdido.

Sin embargo, en ciertas circunstancias, como cuando un activo se revalúa debido a cambios en el mercado o mejoras significativas, puede haber ajustes en su valor. Estos ajustes, sin embargo, no se consideran una "reversión" de la pérdida de valor, sino más bien una reevaluación del valor del activo.

Es esencial que las empresas comprendan que esta es una representación contable y no necesariamente una pérdida real de valor. La gestión adecuada y el mantenimiento de activos pueden prolongar su vida útil y, en algunos casos, incluso aumentar su valor en el mercado.

¿Cómo afecta la depreciación a los estados financieros de una empresa?

Tiene un efecto directo en los estados financieros de una empresa. En primer lugar, reduce el valor de los activos en el balance general, lo que puede afectar la percepción de la salud financiera de la empresa. No obstante, es una herramienta contable y no representa una pérdida real de valor.

Como consecuencia,se registra como un gasto, lo que reduce las ganancias reportadas. Aunque disminuye las utilidades, también puede ofrecer beneficios fiscales, ya que reduce la base imponible.

También es esencial que las empresas gestionen adecuadamente sus activos y consideren la pérdida de valor al tomar decisiones de inversión y financiamiento.

Ejecutivos conversan y analizan la depreciación de un activo de su empresa.

Tipos de depreciación

Existen diversos métodos para calcular la pérdida de valor de un activo, y la elección de uno u otro dependerá de las características del activo y de las necesidades contables y fiscales de la empresa. El porcentaje de depreciación de activos fijos puede variar según el tipo de activo y las políticas contables de la compañía. Del mismo modo, las tasas de depreciación de activos fijos pueden variar según el país, y la legislación fiscal.

A continuación, se presentan algunos de los métodos más comunes para calcularla:

Método de depreciación por línea recta

La depreciación lineal es el método más simple y directo. 

Cómo se calcula: 

Consiste en dividir el costo Inicial del activo entre su vida útil estimada, resultando en una cantidad fija que se depreciará cada año

Fórmula: 

D= (Ci / Vu).

Donde:

Ci: Costo inicial del activo.

Vu: Vida útil estimada del activo.

Ejemplo: 

si una máquina tiene un costo de $10.000 y se estima que su vida útil es de 10 años, entonces se depreciará $1.000 cada año.

Método de la suma de los dígitos anuales

Este método permite depreciar de manera acelerada; es decir, se deprecia más en los primeros años y menos en los últimos.

Cómo se calcula: 

Se basa en sumar los dígitos de los años de vida útil del activo y luego asignar una fracción de esa suma a cada año.

Fórmula: 

D = (Vu +1-J) * Ci / ΣVu

Donde:

Ci: Costo inicial del activo.

Vu: Vida útil estimada del activo.

J: Ano a calcular

Σ: Sumatoria dígitos de los años de vida útil

Ejemplo: 

siguiendo con el ejemplo de la máquina que tiene un costo inicial (Ci) de $10.000 y se estima que su vida útil (Vu) es de 5 años, entonces primero debemos sumar los dígitos de cada año de vida útil, así obtenemos =1+2+3+4+5=15

Aplicando la fórmula tenemos que la disminución de valor para cada año es:

Año 1: D= (5+1- 1) x 10.000/15 = 3.333,33

Año 2 : D= (5+1- 2) x 10.000/15 = 2.666,66

Año 3: D= (5+1- 3) x 10.000/15 = 2.000,00

Año 4: D= (5+1- 4) x 10.000/15 = 1.333,33

Año 5: D= (5+1- 5) x 10.000/15 = 666,66

Método de unidades de producción

En lugar de basarse en el tiempo, este método se basa en la cantidad de producción o uso del activo. 

Cómo se calcula: 

Consiste en calcular la pérdida por unidad y multiplicarla por las unidades de ese año.

Fórmula: 

D= Du x U.

Donde:

Du=: depreciacion por unidad.

U: unidades

Ejemplo: 

si una máquina puede producir 100.000 unidades antes de quedar obsoleta, el tiempo de vida según fabricante es de 10 años y el costo inicial es de $10.000, entonces la misma se calculará en función de cuántas unidades produzca cada año, aquí tomareros que puede producir 10.000 unidades por año.

Primero calculamos por unidad: Du = 10.000/100.000 = 0,10

Luego aplicando la fórmula obtenemos que para cada año se depreciaría $1.000:

D=0,10 x 10.000 = $1.000

¿Qué es la amortización?

Es una técnica que se usa periódicamente para bajar el precio contable a un préstamo o un activo intangible durante un periodo de tiempo determinado.

Si nos centramos en un préstamo o crédito, por ejemplo, la amortización se aplica para aliviar y separar pagos a través del tiempo. Aplicado a un activo, la amortización es similar a la depreciación.

El término amortización se refiere a dos situaciones puntuales. La primera se usa para nombrar el proceso de pagar deudas con pagos regulares de intereses a través del tiempo. Una amortización agendada se usa para reducir el balance actual de un préstamo. Por ejemplo, el crédito para una hipoteca.

En segundo lugar, la amortización es la práctica de extender o separar las expensas de capital relacionados a activos intangibles, generalmente sobre la vida útil del mismo, con fines contables o impositivos. Esta acción contable, si bien puede traer un alivio a las cuentas, también puede significar un riesgo financiero.

Diferencias entre depreciación y amortización

Las principal diferencia entre amortización y depreciación radica en el tipo de activo y en cómo se refleja su disminución de valor en los registros contables: 

  • Naturaleza del activo. La primera se aplica a activos tangibles, como maquinaria o vehículos. La amortización, en cambio, se aplica a activos intangibles, como patentes o software.
  • Método de cálculo. Mientras que la amortización se distribuye de manera equitativa a lo largo de un período determinado, la otra suele calcularse basándose en la vida útil estimada del activo.
  • Implicaciones fiscales. Ambas prácticas permiten a las empresas deducir estos gastos de sus ingresos, pero las regulaciones fiscales pueden variar según el tipo de activo y el método de cálculo utilizado.

En resumen, ambas son herramientas contables esenciales que reflejan la pérdida de valor de los activos a lo largo del tiempo. Sin embargo, es crucial entender sus diferencias y aplicarlas correctamente en la contabilidad de una empresa.

Informe con gráficos y tendencias sobre la depreciación del activo de una empresa.

Entender este concepto es esencial para cualquier empresa o individuo que posea activos. Es una herramienta cuya correcta aplicación puede tener importantes implicaciones fiscales. Al mismo tiempo, es crucial diferenciarla de la amortización y aplicar adecuadamente la contabilización de la misma, para obtener beneficios en la toma de decisiones financieras.

¿Para qué sirve calcular la depreciación de tus activos?

Al establecerla, además de presentar datos financieros y contables precisos y auténticos, también ayuda a preservar la capacidad operativa del negocio evitando distribuciones inapropiadas de beneficios. Las compañías, al reconocer la degradación de un activo, pueden reservar fondos que permitan su eventual reemplazo sin comprometer su flujo de caja y el capital de trabajo. 

Según las regulaciones fiscales de cada jurisdicción, la depreciación de un activo permite a las compañías deducir este costo de sus ingresos, lo que potencialmente reduce su carga impositiva.

Qué considerar en la depreciación

Es esencial tener en cuenta diversos aspectos, como el valor inicial del bien o activo, que representa el costo de adquisición; la vida útil, que indica el período durante el cual los bienes o activos pueden ser utilizados; y el método de cálculo seleccionado. Por ejemplo, si optamos por el método de unidades de producción, el valor de la capacidad de producción durante la vida útil del activo sería un factor crítico a considerar.

Es necesario determinar si el activo está sujeto a desgaste, como maquinaria o equipos, ya que no todos los activos, como tierras, acciones o bonos, son susceptibles a ser depreciados. Además, la compañía poseedora del activo debe contar con documentación respaldatoria, como facturas, contratos de arrendamiento, recibos, entre otros. Asimismo, es esencial que el uso planificado de estos activos sea por un largo período de tiempo, extendiéndose por más de un año.

 

Preguntas frecuentes

¿Por qué es importante para las empresas llevar un registro adecuado de la depreciación?

Llevar un registro adecuado es esencial para las empresas por varias razones. Primero, proporciona una imagen realista del valor actual de los activos, lo que ayuda en la toma de decisiones sobre reemplazos o inversiones futuras. Además, la misma es un gasto deducible, lo que puede reducir las obligaciones fiscales de la empresa. Un registro preciso también facilita la presentación de informes financieros transparentes a los accionistas y otras partes interesadas, fortaleciendo la confianza y la integridad financiera de la empresa.

¿La depreciación es lo mismo que la devaluación de una moneda?

No, son conceptos diferentes. Mientras que la depreciación se refiere a la disminución del valor de un activo tangible a lo largo del tiempo, la devaluación de una moneda se refiere a la reducción deliberada del valor de una moneda nacional en relación con otras monedas, generalmente tomada como una medida económica por un gobierno. Aunque ambos términos implican una pérdida de valor, se aplican en contextos diferentes y tienen implicaciones distintas.

¿Cómo se determina la vida útil de un activo para calcular su depreciación?

La vida útil de un activo se determina en función de varios factores, incluyendo el desgaste esperado debido al uso regular, la obsolescencia tecnológica y las condiciones ambientales en las que se utiliza el activo. Las empresas suelen basarse en normativas contables, experiencias pasadas y, en ocasiones, en estudios técnicos para estimar la vida útil de un activo. Además, las agencias gubernamentales o entidades reguladoras pueden proporcionar directrices o estándares para ciertos tipos de activos, lo que ayuda a las empresas a establecer una vida útil razonable y justificable para propósitos contables y fiscales.

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