Los futuros del nikkei 225 siguen en números rojos esta mañana.

Hace muchos años, un operador de Londres trabajaba hasta altas horas de la noche, prácticamente por su cuenta, en un importante banco (no se mencionará el nombre del operador ni del banco). Para abreviar la historia, causó estragos en el mercado del USD/JPY, destrozándolo todo. No tenía mucho sentido común, pero sí mucho alcohol. Los compañeros tardaron un tiempo en darse cuenta de lo que estaba pasando y volvieron corriendo a la oficina en mitad de la noche para salvar la situación, que por cierto se saldó con graves pérdidas. Pues bien, adelante el reloj unos 40 años e imagine lo mismo, con un robot-operador inteligente dirigido por IA al que se le ha fundido un fusible y ha decidido que sabe más que el resto del mercado, lo que lleva a otros robots inteligentes, como lemmings, a subirse al carro. Mira, todavía no estamos allí, pero el futuro está llegando y gran parte de la acción del precio visto en el Nikkei en los últimos días es todo acerca de los sistemas de comercio automatizados no tan inteligentes, incapaces de llamar a un alto, cuando están programados para simplemente golpear el siguiente precio y de repente se puede obtener movimientos récord en términos de puntos y en este juego un milisegundo puede hacer toda la diferencia.