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El viernes por la tarde, la libra esterlina sufrió presiones en todos los ámbitos. Quizás el par GBP/USD fue el que más se movió, ya que volvió a caer por debajo de 1,24. Mucho antes, la libra se había recuperado del mínimo de la sesión asiática en 1,2389. Más tarde alcanzó un máximo de 1,2467. La subida se produjo cuando el dólar retrocedió y pareció ignorar unos datos de ventas minoristas en el Reino Unido realmente tibios. Sin embargo, cuando la divisa estadounidense volvió a repuntar a las 16:00 horas de Londres, la libra esterlina cedió todas las ganancias anteriores y más. El par GBP/USD cayó por debajo del mínimo asiático de 1,2389 tras el cierre europeo. Una extensión llevó a un mínimo en 1,2367 y más tarde terminó la semana en 1,2370. Este fue el cierre diario más bajo de la GBP/USD desde noviembre del año pasado. Más allá del dólar, uno de los principales impulsores de este movimiento fue la subida del EUR/GBP, de la que hablaremos en el próximo titular. Todo ello parece derivarse de los comentarios del BOE (Ramsden) sobre las perspectivas de la inflación en el Reino Unido y la política de tipos de interés. Esto hizo bajar los rendimientos británicos el viernes, al mismo tiempo que los equivalentes estadounidenses se mantenían cerca de sus máximos. Más adelante ofreceremos información actualizada sobre el GBP/USD y su evolución más inmediata. Ahora mismo cotiza a 1,2385
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